martes, 11 de mayo de 2010

GIMENO SACRISTAN

MIRADA DE GIMENO SACRITAN SOBRE EL TRABAJO POR COMPETENCIAS


¿Quién comienza una revolución? ¿Qué pretende una revolución? La reflexión se comienza con estas dos preguntas porque en la actualidad dentro de nuestros sitios de trabajo existe una revolución que comenzó con la incursión de la palabra “competencias” dentro de toda nuestra labor: diseño de planes de trabajo, prácticas docentes, esquemas cognitivos, trazo de objetivos, diseño de actividades, búsqueda de valores etcétera. A pesar de que esta palabra no fue inventada ahora ni es un recurso nuevo que nos proporcionan, desde su mención dentro del proceso enseñanza-aprendizaje causo nuevas sensaciones, porque trabajar con ellas o con el fin de obtenerlas y desarrollarlas en nuestros alumnos provoco una sacudida en mente y actuar de cada profesor.
Si bien, Gimeno Sacristán en sus conferencias recalca que el concepto de competencia no es nuevo y que de algo normal se ha creído inventar algo equivalente, es decir, durante décadas se han trabajado con mil propuestas educativas, como el: conductivismo, el constructivismo; con el fin de tener un alumno integral que sepa relacionarse en sociedad y sepa actuar dentro de ella y ahora el trabajar con competencias se pretende lo mismo pero maquillado con otras palabras.
Buscar el perfil del alumno siempre nos llevará a otorgarle lo mejor para que el se apropie de ello y sea eficiente dentro de su contexto, esto ha sido prioridad en el pasado, presente y futuro, y en gran medida para lograrlo depende del tipo de enseñanza y el tipo de aprendizaje que este en juego, motivar a nuestros alumnos es una gran tarea y estar alerta a que de verdad les sea significativo ese saber hacer dentro del aula, el tener una relación humana entre maestro-alumno ayudará a que nuestras prácticas mejoren a dejar practicas estereotipadas y a innovar situaciones didácticas encaminadas al logro de objetivos.
Ahora trabajar por competencias se ha vuelto una moda titulada de otra forma, no se trata de que todas las escuelas se pongan la camiseta por imposición, al contrario que trabajen con esta propuesta porque están convencidos que algún cambio surgirá en su aula para beneficio de todos los que participan en el juego, no se olvide que la individualidad es una característica propia del mundo educativo y reformar no consiste en cambiar en su totalidad sino renovar a través de lo que se tiene porque ni todo lo tradicional es malo ni todo lo nuevo es bueno.
El gran reto no es diseñar una propuesta educativa sino el cómo llevarla a la práctica, atender a la variedad de alumnos, y tener en mente que es magnifico tener la sensibilidad de nuestro lado para que el aprendizaje produzca competencias puesto que al revés es complicado, y no se debe dejar de lado el tipo de evaluación que será hermana del proceso en tanto que es un elemento fundamental para alcanzar las metas deseadas.
Por ultimo cabe mencionar, que el gran cambio no depende solo de la teoría sino en la modificación de estructuras del pensamiento de cada docente, porque en realidad no importa con que autor o propuesta este casado el docente sino que deslumbre su funcionalidad y este reflejado en sus alumnos, más allá de decirlo en un discurso nuestra práctica dirá lo que tengamos que decir con palabras, y con referencia a Gimeno Sacristán es de reconocerse con agrado la autenticidad de sus ideas y de la forma tan crítica en que se cuestiona y nos cuestiona sobre el trabajo por competencias, sin desviarse de la firme postura que en nosotros los que nos dedicamos a la docencia esta el cambio esta el comenzar y finalizar una revolución.

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